miércoles, 5 de mayo de 2010

LLAMADAS DESDE ULTRATUMBA.


En la primavera del año 2004 en un pueblo de la región de Murcia, llamado curiosamente Los Infiernos, sucedió una tragedia sin precedentes. La misma tarde en la que un joven (Pablo) fue enterrado tras fallecer por un accidente laboral, su novia (Alicia) comenzó a recibir llamadas desde el teléfono de Pablo. Pensando que se trataba de una repugnante broma de mal gusto la chica no cogió el teléfono.

Al día siguiente, por mediación de los padres de Pablo, Alicia supo que el chico había sido enterrado con algunas pertenencias, incluido su teléfono móvil. Ella no tardó en movilizar a las autoridades para que abrieran el ataúd de su novio para ver qué era lo que estaba ocurriendo realmente.

Cuando así lo hicieron, se encontraron con el cadáver de Pablo con su teléfono en las manos. La conclusión a la que se llegó fue que el joven había sido enterrado vivo y éste trató de pedir auxilio mediante su teléfono móvil llamando a su novia.
Desgraciadamente, cuando abrieron el ataúd ya era demasiado tarde.

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