jueves, 29 de julio de 2010

EL VOLTEO HUMANO.


Las campanas de las Iglesias siempre me han dado cierto terror. Nunca he sabido bien la razón. Tal vez porque son grandes y contundentes. Tal vez porque si estás junto a ellas mientras se balancean un descuido podría ser terrible si aciertan a golpear en nuestra cabeza.

Cuando descubrí que existía el volteo humano de campanas, me quedé impresionado. Hay dos formas de hacerlo. Una de ellas consiste en subirse encima y voltearla sin dar la vuelta completa, solamente haciendo de contrapeso oscilando con el cuerpo hasta llegar a estar al filo del abismo. La otra forma consiste en aferrarse a la campana y dar vueltas completas enganchado al monstruo. Cuentan que solamente se recuerda un accidente, en el que un hombre se rompió el brazo tras caerse. Afortunadamente, cayó en un torreón cercano al campanario, librándose así de una caída fatal. Tiene que ser terrible la sensación de dar una vuelta completa enganchado a una campana y notar como el cuerpo se va y caes de cabeza sin tener nada donde agarrarte en un mundo invertido ante tus ojos. Una trágica experiencia tanto para él como para los allí presentes. También se dice que el record de volteo humano está en cincuenta vueltas enganchado a una campana. ¿Será todo esto cierto? Sinceramente, no sabría decir si estamos ante un acto de gran valentía o de gran estupidez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario